Tal vez el fenómeno más destacado en el ámbito del Sonido en la Red sea la aparición del MP3, un formato que ofrece una calidad comparable a la del disco compacto comercial, pero ocupa un espacio mucho menor.
Si en un CD convencional apenas caben una docena de canciones, en un CD grabado en formato MP3 se pueden incluir 10 veces más.
Para escuchar este formato de sonido, existen muchos programas. Los más conocidos son; Winamp (http://www.winamp.com), Music Match (http://www.musicmatch.com), Sonique (http://www.sonique.com).
Todos ellos se pueden obtener de forma gratuita en Internet en su versión básica, aunque en algunos casos, es posible comprar versiones más completas.
Al igual que los mejores equipos reproductores de CD, los programas de MP3 permiten ajustar el volumen y el balance, y dispone de sofisticados ecualizadores gráficos.
El formato más extendido de transmisión de sonido continuado es Real Audio. Para escucharlo es necesario tener instalado el reproductor Real Player, que puede descargarse gratuitamente de http://www.realaudio.com.
La calidad del sonido que llega no es comparable con la de un CD, pero es suficiente.
Las últimas versiones de este reproductor pueden también recibir imágenes, pero para obtener una calidad aceptable es necesario tener una conexión rápida a Internet.
Windows Media Player, de Microsoft, ocupa el segundo lugar entre los reproductores más extendidos por la Red. Sus características son muy similares a las de Real Player.
La radio ha encontrado en Internet un punto de referencia inevitable. La distancia geográfica ya no es un límite, y en España se pueden escuchar programas emitidos desde todos los rincones del planeta.
Las últimas versiones de los navegadores incluyen herramientas para buscar emisoras de radio y reproductores para escucharlas.
En Internet Explorer, por ejemplo, se debe abrir el menú "Ver", elegir la opción "Barras de Herramientas" y seleccionar "Radio".
Aparece la barra:
La calidad del sonido que llega a través de las emisoras de la Red es inferior a la que ofrecen los aparatos de alta fidelidad; ni siquiera se puede comparar a la que se obtiene con el formato de sonido MP3. Pero con una buena conexión a Internet se puede escuchar la voz y la música con toda claridad.