¡Muévete!
Muévete!.. con este lema estrenamos el año 201 de nuestra historia…. comenzamos el “nuevo comienzo”
Moverse es vital
Todo está en movimiento y es necesario para que continúe habiendo vida: la rotación y traslación terrestre, la órbita lunar, las placas tectónicas, el ciclo del agua. Estos movimientos son imprescindibles para el equilibrio. En las personas también hay movimientos vitales: la respiración o el parpadeo de los ojos, el movimiento de deglución o de digestión de los alimentos. Fíjate en el movimiento de sístole y diástole del corazón:
- El corazón es motor de nuestro cuerpo, el que va engrasando los circuitos para que el resto del cuerpo pueda hacer su función. ¿Qué nos impulsa a movernos?
- El corazón, con este movimiento, se llena continuamente para vaciarse y, así, poder volver a llenarse. Es decir, para dar, primero hay que tener. Difícilmente podemos dar algo que no tengamos antes. Esto pasa con todo, hasta con lo más grande: el amor. No podemos llegar a amar con plenitud si no es desde la experiencia de sentirse amado primero.
- El corazón tiene un movimiento de tensión y distensión, de contracción y relajación. Se trata de momentos de acción y momentos de reposo. ¿Sabes encontrar momentos de parada, de relajación en tu día a día? Hay que saber encontrar momentos de acción, de donación, pero también momentos para cada uno, para cultivar la interioridad, para llenarse.
- El corazón forma parte de un sistema que necesita que otros órganos también estén en movimiento a la vez que proporciona movimiento a los demás. Trabaja en grupo, como nosotros cuando queremos iniciar o realizar actividades o proyectos.
Moverte para cambiar
- Cuando algo se mueve, o cuando
lo movemos, lo cambiamos. Podemos cambiar su posición, podemos cambiar su forma, podemos cambiar alguna de sus partes.
- Hay gestos que también hacen cambiar: un beso, un abrazo, una mirada de complicidad, una palmada en la espalda…
- Cuando nosotros nos movemos también cambiamos. Cambiamos nuestra manera de ver las cosas, nuestra manera de relacionarnos, nuestra manera de hacer.
- El movimiento, por lo tanto, es oportunidad de cambio y transformación. Cada uno de nosotros somos agentes de cambio, personas que podemos cambiar la realidad que nos rodea.
- Cuando te mueves te transformas: se trata de algo personal, de ser consciente de nuestros valores, de nuestras luces y de nuestras sombras.
- Cuando te mueves, tienes la oportunidad de cambiar tu entorno, mover la realidad que te envuelve.
- Cuando mueves algo de la realidad, la transformas. Lo haces desde la convicción que el cambio es bueno para ti y para la sociedad, para las personas que comparten tu cotidiano.
Con esta premisa …¡COMENZAMOS!